Imperio Medio - Egipto

Imperio Medio - Egipto

Imperio Medio - Egipto

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Abarca la segunda parte de la dinastía XI y la totalidad de la dinastía XII y coincide con el período de gobierno de Hammurabi en Babilonia y la conquista de Akad en manos del pueblo guti. El centro de poder real se movió a Tebas, que durante el Imperio Antiguo había sido una ciudad muy poco relevante. 

Dinastía XI

La unificación territorial llevada a cabo por Mentuhotep II no impidió que los nomarcas continuaran teniendo gran influencia a comienzos del período. Tras la conquista de Heracleópolis, y con la intención de conseguir el dominio efectivo sobre todo el territorio, Mentuhotep II intervino en distintas regiones, deponiendo a los nomarcas rebeldes y suplantándolos por hombres leales a Tebas. Además inició una serie de reformas administrativas que pretendían aumentar la centralización del poder. Estas medidas, sin embargo, no lograron volver a concentrar la autoridad como en tiempos del Imperio Antiguo, y en algunas regiones de Egipto surgió un sistema casi feudal. La figura del faraón no recobró el carácter absolutista que supo tener durante las primeras dinastías

Los sucesores de Mentuhotep fueron gobernantes débiles que no lograron mantener la solidez dinástica, situación que desembocó en el final de la XI dinastía y el advenimiento de una crisis sucesoria.

Dinastía XII

La crisis de sucesión terminó con el ascenso al trono egipcio del chaty Amenemhat I, originario del Alto Egipto y fundador de la XII dinastía. Para legitimar su ascenso apeló a la Profecía de Neferti, que databa de tiempos del faraón Seneferu de la IV dinastía y proclamaba: “Entonces un rey vendrá del sur, Amney de nombre, hijo de la mujer Ta-Seti, hijo del Alto Egipto”. Amenemhat I reinó entre 1991 y 1962 a.c., y fue quien movió la capital del Imperio a Tebas. Además, intentó centralizar el poder quitándole terreno a los nomos, que se hicieron más pequeños, y reemplazando nomarcas opositores por funcionarios de su confianza. Definió también las fronteras egipcias para evitar conflictos territoriales. Asimismo, logró una gran mejora del sistema administrativo imperial y aumentó las arcas del tesoro real, mediante un cuidado uso de los recursos y un organizando y eficiente aparato para la recaudación de impuestos.

Con el objetivo de evitar la crisis sucesoria que había azotado a la dinastía anterior, tras veinte años en el trono Amenemhat nombró como corregente a su hijo Sesostris I (o Senusert I). La muerte de Amenemhat fue violenta, producto de una conspiración palaciega organizada probablemente por un príncipe opositor y conocida como “la conspiración del harén”. Sesostris I, que por entonces estaba en plena campaña combatiendo contra los libios, debió regresar a Tebas y desde allí reaseguró el control del gobierno bajo su mando y acabó con la conspiración. Estos acontecimientos se narran, aunque sin demasiados detalles, en la Historia de Sinuhe, una importante obra de la literatura egipcia.

Durante sus más de cuarenta años de reinado Sesostris I llevó a cabo campañas de expansión sobre el Kush (Nubia, al sur de Egipto), fundando allí colonias egipcias. Esta región daba acceso a las minas de oro, plata y cobre, por lo que su importancia económica era enorme. Continuó la labor de centralización iniciada por su padre, manteniendo a raya la influencia de los nomarcas. Fomentó la producción de bienes y estableció relaciones comerciales con Creta, Chipre y Siria. La construcción también gozo de gran impulso, y entre las obras de este período destaca la restauración del templo de Ra en Heliópolis.

Sesostris I fue sucedido por su hijo Amenemhat II, que durante algunos años fue corregente junto a su padre y gobernó durante más de tres décadas. Continuó la tendencia a la centralización del estado y realizó campañas de expansión hacia Nubia, Sinaí y el Punt, además de una progresiva y pacífica penetración en Palestina. Tanto él como sus sucesores intentaron potenciar el rendimiento agrícola de la región de El Fayum, un oasis al oeste del Nilo y cercano a Menfis. El hijo y sucesor de Amenemhat II, llamado Sesostris II, inició un proyecto de irrigación, con un dique y un sistema de drenaje, que fue finalizado por su nieto Amenemhat III. Un dato de interés es que la principal ciudad de la zona de El Fayum era Shedet, cuyo nombre en griego era Cocodrilópolis, es decir, ciudad de cocodrilos. Ésta era el principal centro de culto a Sobek, dios cocodrilo, y el lugar estaba de hecho plagado de estos animales. Amenemhat III mandó a construir su majestuoso complejo funerario en esta región, que fue conocido por los griegos como El Laberinto.

sesostris iii - Imperio Medio - Egipto
Sesostris III

Sesostris II fue sucedido por su hijo Sesostris III, cuyo gobierno coincide con la época de auge del Imperio Medio. Los nomarcas perdieron casi toda su influencia durante su reinado, y el gobierno de las provincias, reorganizadas en tres grandes departamentos, se ejerció desde el palacio de Tebas. Fue un momento de esplendor económico y grandeza monárquica.

El ya mencionado Amenemhat III era hijo de Sesostris III y lo sucedió en el trono. Su reinado se vio acompañado de un favorable clima que propició grandes inundaciones del Nilo, con la consiguiente abundancia de cosechas.

Los últimos gobernantes de esta próspera dinastía fueron Amenemhat IV, que reinó entre 1798 y 1786 a.c. y extendió la influencia egipcia hasta Oriente Próximo, y su sucesora la reina Neferusobek, la belleza de Sobek, posible hermana y esposa de Amenenhat IV, quien gobernó hasta 1782 y fue una de las pocas mujeres en llevar la titulatura real de faraón (Horus).

Características del Imperio Medio

- Religión -

Para este período los faraones ya no se consideraban a sí mismos dioses, sino humanos mortales conectados con las deidades. Ya desde la dinastía XI Osiris había pasado a ser un dios muy importante en el culto popular, más cercano al pueblo que Ra, asociado normalmente a la monarquía. Además apareció por esta época una corriente religiosa nacida en Heliópolis cuyo principal dios era Amón-Ra (una fusión entre Amón, dios de los vientos y la creación muy importante en Tebas, y Ra, el dios sol). Ambas tendencias religiosas, la del culto a Osiris y la que se centraba en Amon-Ra, se desarrollaron en forma paralela durante el reinado de la XII dinastía.

- Literatura -

Este período fue el momento de auge de la literatura egipcia, y el idioma usado en los textos escritos en esta época es considerado por los historiadores la lengua egipcia clásica. Entre las obras que han llegado a nuestros días podemos mencionar el papiro de Millinge, de carácter pedagógico y la llamada Historia de Sinuhé . Entre otros, se ha hallado también muchos relatos de magia, cuentos mitológicos como el de Horus y Seth, así como textos científicos, entre los que destaca el papiro matemático Rhind. Además, a partir de la dinastía XII los egipcios comenzaron a dejar escritos con conjuros y ritos fúnebres en los sarcófagos de los faraónes y los nobles, conocidos como Textos de los Sarcófagos.

- Comercio -

Hubo en esta época una gran actividad comercial y se estrecharon relaciones con los dos centros comerciales más prósperos de la época en el Mediterráneo oriental: la isla de Creta, a quienes los egipcios compraban cerámicas, y Biblos, ciudad fenicia en el actual Líbano que era la principal abastecedora de madera para Egipto. También se abrió una ruta comercial en el Mar Rojo, llegando al reino de Punt en la actual Somalía, que vendía incienso a los egipcios. Para favorecer la actividad comercial, Sesostris I inició la construcción de un canal que unía el Mar Rojo con uno de los brazos del Nilo, lo que en definitiva terminaba conectando el Mar Rojo con el Mar Mediterráneo a través del Nilo. El auge comercial a nivel internacional se dio durante el reinado de Amenemhat II.