Período Helenístico - Antigua Grecia

Período Helenístico - Antigua Grecia

Período Helenístico - Antigua Grecia

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Se denomina época helenística al período que inicia con la muerte de Alejandro III de Macedonia, conocido más comúnmente como Alejandro Magno, y finaliza con el suicidio de Cleopatra VII de Egipto, la última soberana helenística, lo que consolida definitivamente la conquista romana y el fin de la Grecia independiente.

Hacia el siglo IV a.c., el reino de Macedonia al norte de Grecia se volvió sumamente poderoso, y bajo el mando de su rey Filipo II comenzó a expandirse, anexándose territorios pertenecientes a diferentes polis griegas y ganando una influencia cada vez mayor en la Hélade. Su hijo, Alejandro III de Macedonia, continuó la labor de su padre, consolidó su poder y dominio sobre todas las polis griegas y siguió expandiéndose hasta anexionarse Egipto, la franja Sirio-Palestina que incluía grandes centros como Babilonia, los territorios pertenecientes al Imperio Persa Aqueménida y la región del Punjab en la India. El colosal Imperio formado por Alejandro Magno quedó acéfalo a su muerte en el 323 a.c., pues él no dejó descendencia capaz de gobernar: solo tenía un hijo de cuatro años y otro que aún no había nacido, pues la princesa Roxana, una de sus esposas, estaba embarazada al momento de la muerte de Alejandro. Puedes encontrar información más detallada sobre la expansión de Macedonia y la vida de Alejandro Magno aquí: Expansión de Macedonia: Filipo II y Alejandro Magno.

Alejandro Magno Busto - Período Helenístico - Antigua Grecia
Alejandro Magno
ptolomeo I - Período Helenístico - Antigua Grecia
Ptolomeo I Soter

En semejante contexto comenzaron a surgir disputas y conflictos entre sus generales y oficiales más importantes, aquellos que habían sobresalido durante la exitosa campaña contra Persia, para determinar quién se haría con el control del vasto imperio. Entre estos personajes, llamados también diádocos, destacaron Pérdicas, Casandro, Lisímaco, Ptolomeo, Antígono y Seleuco. Las sucesivas guerras entre ellos terminaron con la cohesión del Imperio, que al final fue repartido entre los vencedores, y sus intrigas fueron la causa del asesinato de la familia de Alejandro: su madre, Olimpia, su hermana y sus dos hijos.

Cada diádoco quería hacerse con el control total del Imperio. Ptolomeo, sin embargo, fue la excepción. Renunció a las ambiciones de dominio imperial y en su lugar resolvió apoderarse rápidamente de Egipto, donde se esforzó por consolidar su poder y crear un estado estable y duradero. Ptolomeo fue cononado faraón en Egipto y fue el fundador de la dinastía Ptolemaica que gobernaría allí hasta la conquista romana. Ptolomeo fue un compañero de la infancia de Alejandro y algunos autores aventuran que incluso pudo haber sido un hijo ilegítimo de Filipo II. La dinastía Ptolemaica es conocida también como dinastía Lágida, pues Lagos era el nombre del presunto padre de Ptolomeo I.

Las disputas de los diádocos concluyeron con una división del Imperio entre las tres dinastías fundadas por los vencedores. Macedonia y Grecia continental quedaron bajo el mando de la dinastía Antigónida, descendiente de Antígono; Egipto, Chipre y Sicilia fueron gobernadas por la dinastía Ptolemaica o Lágida; y los territorios de Asia Menor, Siria, Mesopotamia y Persia quedaron bajo el poder de Seleuco y sus descendientes, conformando el Imperio Seléucida.

Junto a estas tres monarquías principales coexistían otros reinos más pequeños pero que desempeñaron papeles destacados, como Pérgamo o el reino de Epiro en la actual Albania. Existían también ciudades o confederaciones de ciudades, como la Liga Aquea o la Liga Etolia, que se oponían a los intereses de los reinos más grandes y poderosos. Tuvieron durante esta época un activo papel en la región egea y algunas de ellas se las ingeniaron para conservar su independencia y ser consideradas estados, como Rodas.

- El fin de la Grecia Helenística -

La caída de la Grecia Helenística y su dominación en manos del Imperio Romano fue producto de una serie de situaciones que derivaron en un fuerte declive de su poder y estabilidad. Entre las principales causas es posible nombrar:

  • El largo enfrentamiento entre la dinastía ptolemaica y los seléucidas por el control de ciertos territorios en disputa, que debilitó ambas potencias e hizo mermar sus recursos.
  • El conflicto entre los antigónidas y las ciudades griegas rebeldes, opuestas al régimen del macedonio, que desgastó ambos bandos.
  • La fragmentación al interior del Imperio Seléucida, que derivó en la conformación de otros dos reinos independientes y enemigos de los seléucidas: Pérgamo y Bactria. Las continuas disputas con estos estados vecinos también contribuyó al debilitamiento del Imperio Seléucida.
  • Además de los ataques romanos, los seléucidas debieron hacer frente a las agresiones de los resurgidos persas y muchos levantamientos internos, sobre todo en las regiones más orientales. Los ataques simultáneos desde frentes internos y externos hicieron que el colapso fuera inminente.
  • La falta de cohesión interna, tanto en Grecia como en el Imperio Seléucida, frente a la amenaza romana. Algunas regiones al interior de estos reinos se pusieron incluso a favor del bando romano.

Hacia finales del siglo II a.c., tras 150 años de levantamientos internos y ataques romanos, la debilidad de las ciudades griegas era demasiada y finalmente Grecia cayó bajo el control de Roma. Se convirtió en un protectorado romano y las ciudades y regiones griegas debieron pagar tributo a Roma. El Imperio Sléucida también sucumbió y fue dominado por los romanos. El territorio seléucida actuaba como estado tapón, pero su inestabilidad interna representaba un foco de peligro para los romanos. Por este motivo Pompeyo, tras derrotar al rey seléucida Mitríades en el 63 a.c., puso su esfuerzo en rehacer el Oriente helenístico original, recuperando los territorios perdidos por los seléucidas, creando reinos clientes aliados de Roma y estableciendo provincias romanas.

Cleopatra y Marco Antonio - Período Helenístico - Antigua Grecia
Cleopatra y Marco Antonio

Mientras tanto en Egipto, Cleopatra VII se alió con su amante, el romano Marco Antonio, y juntos declararon la Guerra a Roma. Marco Antonio, quien formaba parte del triunvirato gobernante de Roma, estaba enemistado con otro de los triunviros, Octavio. Esto, junto con el amor profesado por la reina de Egipto, fue uno de los motivos de su traición a Roma. Tras ser derrotados por Octavio en la Batalla de Accio, Marco Antonio primero y luego Cleopatra se suicidaron en el 30 a.c., dando fin al período helenístico y reafirmando la consolidación del poder de Roma, que pasaría a convertirse en un gran Imperio.

Características del Período Helenístico

- Una cultura universal -

Se dice que durante esta etapa la cultura griega se volvió universal, al expandirse y fusionarse con elementos de los pueblos orientales conquistados. Surgió asi una cultura híbrida, que combinaba la cultura griega clásica con aportes y costumbres orientales. La cultura helenística era cosmopolita, en contraste con la cultura localista de la Grecia clásica.

El idioma también se universalizó. El griego koiné (que significa “común”) fue una variedad del griego clásico que en la época helenística se convirtió en un lenguaje internacional. Se difundió en los territorios conquistados y fue el principal vehículo que permitió la expansión de la cultura helenística.

- Arte -

Las grandes ciudades se convirtieron durante este período en centros de saber, cultura, ciencias y arte. Las polis griegas clásicas, antaño grandes potencias, se encontraban en declive, y en su lugar había aumentado la importancia de ciudades y colonias orientales, como Alejandría, Pérgamo o Antioquía.

En el ámbito artístico tomaron fuerzas las ideas sobre la belleza y el bien del filósofo clásico Aristoteles. Según su pensamiento, el hombre conocía el mundo y a sí mismo a través de las experiencias que tenía mediante sus sentidos, idea que influyó mucho en las artes visuales.

En lo que refiere a la escultura, se dejó atrás la idealización del cuerpo humano y comenzó a valorarse las representaciones más realistas, mostrando la fealdad, la vejez, la infancia, las expresiones de miedo o júbilo, etc. Tomaron fuerza los bustos de personas, se acentuaron las torciones en las figuras y la tensión muscular. Destacaron obras con medidas superiores a las naturales, lo que no era común en la Grecia clásica. Durante el período helenístico se crearon estatuas célebres como Diana de Versalles (Diana Cazadora), la Venus de Milo, Apolo de Belvedere y la Victoria de Samotracia (Victoria Alada). También se construyó el Coloso de Rodas, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que lamentablemente no ha llegado a nuestros días.

- Arquitectura -

Las ciudades construídas durante el período helenístico fueron diseñadas con un plan geométrico de figuras regulares con un centro. Ganaron peso los elementos ornamentales del orden corintio, el más elegante y sofisticado de los órdenes clásicos, caracterizado por el uso de columnas con capiteles adornados por volutas y filas de hojas de acanto. De este estilo modelo nuevos estilos arquitectónicos, que fueron aplicados en edificios gubernamentales, gimansios, bibliotecas y teatros. Se erigieron también numerosos pórticos y arcos del triunfo. Durante el período helenístico se construyó además el famoso Faro de Alejandría, otra de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que no ha llegado a nuestros días. Otra obra arquitectónica destacada de la época helenística es el  bello Altar de Zeus en Pérgamo. Se fundó el Museo de Alejandría, conocido como Museion (que significa “Templo de Musas”), un centro dedicado a las musas, con todo lo necesario para que los más aclamados poetas, escritores y científicos de la Antigüedad vivieran y trabajaran. Su fundador fue Ptolomeo I Soter, quien hizo construir también la célebre Biblioteca de Alejandría. Lamentablemente ni la biblioteca ni el Museion han sobrevivido hasta la actualidad.

- Ciencia -

El período helenístico constituye el momento de máximo esplendor de la ciencia griega, principalmente en Alejandría, donde la dinastía ptolamaica promovió y protegió a los eruditos y científicos para que pudiesen desarrollar sus investigaciones sin obstáculos. El Museo de Alejandría se convirtió en el centro mundial de la vida científica. Comprendía observatorios, jardines botánicos, zoológicos y todo tipo de salas equipadas para las prácticas médicas y la disección. Se dieron grandes avances en astronomía, ciencias naturales, medicina y matemáticas. Destacaron prestigiosos eruditos como los matemáticos Euclides y Arquímedes de Siracusa (quien dio a π (pi) el valor de 3,1416); Apolonio en geometría; Eratóstenes de Cirene, quien fue capaz de medir el meridiano terrestre y creó la geografía matemática; Posidonio, que estudió las mareas y su relación con la luna; Hiparco de Nicea, quien desde el observatorio de Rodas elaboró un colosal mapa del cielo con más de 800 estrellas catalogadas, sentó las bases de la trigonometría y estableció el ángulo de 360º y su división en minutos y segundos; y Sostrato de Cnido, ingeniero y arqueólogo que construyó el Faro de Alejandría. La medicina ganó también gran impulso, sobre todo en Alejandría y Cos. La figura del médico fue sustituyendo a la del hechicero, pasando del misticismo a la ciencia. Durante esta época en Cos surgió Hipócrates, considerado el padre de la medicina. 

Hipócrates - Período Helenístico - Antigua Grecia
Hipócrates

Semejante impulso a la ciencia y la investigación es un claro reflejo de la influencia del pensamiento aristotélico, que sostiene la búsqueda del conocimiento a través de la experiencia. De esta manera, durante el período helénico las ciencias se especializan y se independizan de la filosofía, que antes comprendía todo el saber. 

- Filología -

Surge la filología como disciplina. Se trata de la ciencia que estudia los textos escritos, analizando las estructuras y la evolución de las lenguas, así como su desarrollo histórico y literario. Muchos hombres de letras y bibliotecarios dedicaron su vida a estudiar, catalogar y dar forma a las obras literarias, la gramática y las palabras. En materia de literatura destacaron Calímaco de Cirene, considerado el padre de la bibliotecología, y su discípulo Apolonio de Rodas, autor del célebre poéma épico “Argonáuticas”.

- Filosofía -

Diogenes de Sinope - Período Helenístico - Antigua Grecia
Diógenes de Sinope, uno de los cínicos más célebres

Se crearon durante esta época nuevas corrientes filosóficas, muy concentradas en la moralidad, que ofrecían consejos y métodos para adaptarse y estar en paz en contextos o situaciones desfavorables. Fueron principalmente una respuesta al clima de inestabilidad y guerra prevaleciente desde finales de la época clásica. Entre el siglo IV y el III a.c. fue ganando peso la doctrina filosófica del cinismo. Se trata de una reinterpretación de las enseñanzas socráticas y entiende que la civilización y la forma de vida que ésta promueve son un mal. Para los cínicos la felicidad se logra viviendo una vida simple y acorde a la naturaleza; cuando el hombre conquista su autonomía y consigue ser verdaderamente dueño de sí mismo logra ser feliz, pues lleva en su interior todos los elementos necesarios para alcanzar el buen vivir.

Posteriormente se desarrollaron otras doctrinas filosóficas, preocupadas también por el camino para lograr la felicidad y la paz interior viviendo de acuerdo a la moral. Entre las muchas escuelas que surgieron durante el período helenístico destacaron tres: el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo.

El estoicismo, fundado por Zenón de Citio, es una corriente determinista que considera que el destino existe y no puede ser cambiado, por lo que todo aquello que hagamos para modificarlo es inútil. No podemos controlar lo que ocurre ni lo que ocurrirá, solo podemos controlarnos a nosotros mismos. Retomando las enseñanzas cínicas, los estoicos afirman que la felicidad se alcanza cuando se logra el autodominio y la ataraxia (imperturbabilidad de ánimo). Como la verdadera felicidad reside en nosotros y solo depende de nosotros, nada exterior es importante y no debiéramos preocuparnos por ello ni pretender cambiar lo de fuera.  

El epicureísmo también se preocupa por la forma de alcanzar la felicidad, y parte del siguiente supuesto: existen dos factores principales que intervienen e influyen en nuestros niveles de felicidad, y éstos son el placer y el dolor. La clave fundamental para alcanzar la felicidad está en elevar al máximo el placer  e intentar disminuir todo lo que se pueda el dolor. Sin embargo, el epicureísmo no es hedonista, pues no persigue tanto los placeres corporales, sino lo espirituales. Para Epicuro, fundador de esta escuela, es necesario cultivar la virtud y la prudencia, que nos ayudan a rechazar aquellos placeres efímeros que a la larga pueden conllevar dolor, como los excesos y las adicciones. Los epicureístas consideran que una vida feliz es sencilla, con buenas y sólidas amistades, sin tensiones o preocupaciones innecesarias y llena de pequeños e inofensivos placeres. Una vida tranquila y sin excesos, autártica, independiente, con la ataraxia como valor fundamental. 

El escepticismo, por su parte, pone el foco en nuestra relación con el mundo exterior. Afirma que los humanos no podemos conocer el mundo de manera objetiva, pues como observadores subjetivos distorsionamos lo que estudiamos, y por tanto jamás podremos llegar a una verdad absoluta. Critica todas las verdades, valores y dogmas preconcebidos e invita a que dudemos de todo aquello que creemos real y verdadero.

Epicuro - Período Helenístico - Antigua Grecia
Epicuro