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Confucio es la traducción latina del nombre Kongfuzi, cuyo significado es “Gran maestro Kong”. Este importante pensador de la Antguedad vivió entre el 551 y el 479 a.c. Hijo de una familia noble venida a menos, su padre murió cuando era joven, por lo que debió trabajar muy duro para mantener a su familia haciendo labores en los graneros estatales, y también como carpintero y profesor. Fue desde pequeño un estudiante apasionado, y se interesó por la música, la arquería y la historia. Con 22 años se desempeñaba ya como profesor de poesía e historia. Aprovechaba su profesión para enseñar también a sus alumnos a reflexionar sobre sus vidas y el modo en que debían vivir.
Confucio temía que las constantes guerras entre los estados del Imperio Zhou implicasen una progresiva desaparición de la civilización. Consideraba que la manera de evitar tamaña catástrofe era guiar a la sociedad a través de la enseñanza para que todos viviesen una vida basada en la honradez y la honestidad. La tradición china cuenta que Confucio llegó a ejercer el rango de ministro de Justicia en Lu, aunque es probable que solo haya desempeñado un puesto como funcionario menor. Como sea, terminó dimitiendo debido a sus desacuerdos con las formas de gobernar del príncipe, que constantemente ignoraba los consejos de Confucio. Para entonces había sumado ya una buena cantidad de discípulos, con quienes se exilió tras la dimisión. Junto a sus seguidores, recorrió durante trece años las diferentes cortes del Imperio predicando sus enseñanzas.
Las constantes guerras y el clima caótico habían hecho que los ciudadanos chinos fuesen perdiendo de a poco la fe en sus dioses. Este escepticismo religioso tuvo gran impacto en el pensamiento de Confucio.
Confucio dedicó sus últimos años a enseñar a sus seguidores y escribir sus reflexiones, aunque no se sabe a ciencia cierta si alguno de sus escritos logró sobrevivir. Sus discípulos recopilaron sus enseñanzas en un texto llamado Analectas.
A su muerte, sin embargo, Confucio no era demasiado conocido. Sus discípulos se dedicaron a difundir sus enseñanzas a lo largo de la región China y hacia el 200 a.c. sus ideas adquirieron gran peso. El confucianismo se convirtió pronto en una religión que se volvió la oficial del Imperio Chino.
Enseñanzas
Confucio defendía la buena conducta en la vida y la importancia de la educación como medio para alcanzar la virtud. Para él el saber era la vía por excelencia para ser virtuoso, y la virtud conllevaba inevitablemente la paz interior y la felicidad. A través de sus enseñanzas Confucio pretendía formar personas virtuosas, con claridad mental y sensatez. Alguien con tales características resultaba más apto para asumir funciones de responsabilidad, capaces de contribuir positivamente al bienestar de la sociedad.
Según el pensamiento confuciano, para ser verdaderamente virtuosa una persona debe cultivar la bondad, la valentía, la empatía, la sinceridad, la reciprocidad, el amor al prójimo y el gusto por la ciencia. La reflexión y la moderación en la conducta tienen también un peso importante para el desarrollo de un ciudadano virtuoso. Además es relevante la congruencia entre la forma de pensar, sentir, hablar y obrar. La verdadera validez de las palabras no se revela sino a través de las acciones.
Como comunidad, la sociedad debe basarse siempre en normas de respeto y generosidad. En cuanto a la organización política, Confucio consideraba que todo buen gobierno debe fundamentarse en principios de caridad, justicia y respeto por las jerarquías. La tradición es un valor muy importante que ha de ser siempre cuidado por lo gobernantes, quienes deben además dedicar parte de su tiempo a la meditación y el estudio. Confucio pone gran énfasis en la relevancia de un buen gobernante para lograr constituir una sociedad buena y virtuosa, pues afirma que si el príncipe es virtuoso, sus súbditos seguirán su ejemplo. El mismo modelo aplica para otras jerarquías sociales como padre e hijo, amo y esclavo, marido y mujer, hermano mayor y hermano menor. Esta idea se basa en un principio de comportamiento relacional: el superior debe proteger al inferior; el inferior debe lealtad y respeto al superior.
La importancia de la familia como institución y su buen funcionamiento son esenciales, ya que es ésta la unidad fundamental de toda buena sociedad. La familia debe permanecer siempre unida y el padre debe cuidar siempre de su esposa e hijos; de igual forma, el gobernante y su pueblo deben permanecer unidos y el primero debe velar siempre por el bienestar del segundo.
Más allá de las normas de organización que predicaba, Confucio consideraba que en última instancia todos estamos sometidos a la “voluntad del Cielo”, inquebrantable e inmanente, que es la primera y máxima fuente de orden y moralidad.
La importancia que Confucio otorgaba a la tradición se refleja también en su empeño por recuperar la sabiduría de los antiguos sabios. Él mismo afirmaba que sus enseñanzas eran tan solo la recopilación de ideas y reflexiones hechas por los antepasados. La vejez en el confucianismo es por tanto respetada y venerada.
Frases y reflexiones
“La virtud no nació para vivir sola. Quien la practica termina rodeado de vecinos”.
“Por tres métodos podemos adquirir la sabiduría: primero por la reflexión, la más noble; segundo, por la imaginación, la más sencilla; y tercero por la experiencia, la más amarga”.
“Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio”.
“No importa si se avanza poco; lo importante es no parar”.
“inco son las condiciones necesarias para el bienestar del pueblo: seriedad, honestidad, generosidad, sinceridad y delicadeza”.
“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí”.
“Permanecer imperturbable cuando no eres apreciado por los otros es virtuoso”.
“El conocimiento sin reflexión es inútil. La reflexión sin conocimiento es peligrosa”.
“Estudia como si nunca fueras a vivir bastante, como si temieras olvidar lo aprendido”.